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Casa
Casa
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4 dorm.
4 dorm.
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94 años
94 años
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4 baños
4 baños
Montserrat, Espectacular Petit Hotel - Terreno propio
Historiador, coleccionista, se desprende de bellísimo, increíble, Petit Hotel Neoclásico francés, impecable, reciclado a nuevo para sí, con materiales de primera calidad respetando el estilo. Lleno de sol. Ideal para vivienda y/o institución de prestigio.
http: dgcultura.legislatura.gov.ar/librosdigitalizados/034309_D.pdf
FICHA TECNICA
Entre calles: Av. Entre Ríos y Solís
Antigüedad: 94 años
Estado: Muy bueno
Plantas totales: Subsuelo, planta baja, planta alta, sum y terraza con parrilla.
Ascensores: No posee
Hall de entrada: Si
Calefacción central: Si
Ambientes: 10
Superficie total: 420
Superficie cubierta: 327
Superficie de patios descubiertos: 93
Pintura: En buen estado
Detalles y medidas:
SUBSUELO
Entrada independiente
Hall 4.50 x 3
Sala 4 x 3.50
Sala 4 x 3.50
Cocina 3,50 x 2,60
Despensa 4 x 2
Baño completo
Toilette
Patio abierto 3 x 3
PLANTA BAJA
Zaguán
Hall 3 x 3,50
Sala 5 x 3,80
Comedor 6,50 x 4
Cocina 3,50 x 2,50
Toilette
Aire luz y balcón al patio
PRIMER PISO
Dormitorio 3,50 x 3,50 con salida a terraza de 3,50 x 2,50
Dormitorio 3 x 3,20
Dormitorio 4 x 3,60
Dormitorio 4 x 3
Baño completo
2 balcones a la calle
ULTIMO PISO
Sum
Terraza c/ parrilla
En el barrio de Montserrat. La manzana de la Ciencia solidaria.
El sitio, en su arquitectura condensa la historia de ilustres personajes y artistas que a lo largo de los siglos vivieron ahí desarrollando su actividad. No es lo mismo un lugar con historia que otro que no la tenga. La diferencia está en la autenticidad de las formas. Las que están vacías de pasado, aun respondiendo a la moda, son mercancía. Uno vive en una caja de zapatos gigantesca con todos sus vidrios y chirimbolos, incluso con todo el lujo y la última tecnología. No deja de ser superficial. En cambio, la arquitectura de una casa con historia, no es forma mercantil (aunque esté o haya estado sujeta a avatares de compra, alquiler y venta), sino que su formato devino así en el transcurso de la vida. Lo que fue, sigue latente, es el fruto vital de sueños de sus antiguos habitantes.
No puede ser lo mismo vivir o trabajar en la manzana ésta, de la ciencia solidaria, donde curó Favaloro, Linares Quintana pergeñó constituciones, J. B. Justo instaló la sede de su Partido Socialista con principios de ayuda mutua. Los asturianos fundaron su sede social para reunirse, comer y jugar. Mientras Astor Piazzolla ahí, nacía, crecía y componía. No puede ser lo mismo, decía, que estar en una mole de cemento y vidrio.
Los valores civiles que tales personajes contenían, atraviesan todavía las paredes. La arquitectura cuando es buena condensa en su belleza, las aspiraciones de la gente que vivió en sus rincones. La belleza es como un dibujo que camufla también los remotos orígenes que, de todos modos permanecen, como el fondo de un iceberg.
A la vez, el estilo mira al cielo pero, en verdad, es la punta del hielo. Más cerca está del agua que de las nubes; porque en barco llegaron las familias patricias e hispanas que habitaron sus casonas en el barrio más antiguo de Buenos Aires, que en 1769 se bautizó como “de Montserrat’’. Y en barco fueron trayendo a los esclavos que habían sido concentrados en los ranchos de sus alrededores, cuando se llamó “Barrio del Mondongo” y “Barrio del Tambor”, que era el nombre del instrumento que transmitía el son de los hombres negros que sin mujeres tocaban la nostalgia de las noches sin abrazo ni nada. (Las mujeres no eran rentables y estaban excluidas del tráfico de esclavos). Y hablando de Piazzolla, su tango contiene el lamento en velocidad, que viene y se va, del shangó, que es dueño de los truenos, los rayos, la justicia, la danza y el fuego. Emparentados con el jazz de los negros afroamericanos, vistos en un cruce neoyorkino. Piazzolla de su sitio natal compuso la grafía instrumental sonora del cruce de ese pasado que bajó de los barcos.
Lo más interesante del barrio, sin embargo, es que aquella negritud que surge también junto a la alcurnia, haya ocurrido en el transcurso de varios siglos. Y va a culminar amorosamente -digamos- luego de varias desgracias y epidemias. Ello, gracias a la utilidad de las grandes casonas que se transformaron en clubes sociales y, para ir al punto concreto de esta manzana, en la sede de la Fundación del Dr. René Favaloro, prócer solidario de la Nación, que había nacido a su vez en el barrio del Mondongo de La Plata. Y que tuvo que morir víctima de la indolencia de los gobernantes de la ciudad. Se fueron formando sitios cooperativos, de ayuda mutua, de recreación y confraternidad familiar.
También era la vivienda de médicos y otros profesionales; y en este caso la vivienda y consultorio de un gran dentista del barrio; que atendía en una de las dependencias de éste, su hogar; y muchas veces lo hacía gratis o a cambio de alguna gallina, o de distintas atenciones de los vecinos agradecidos.
Al estilo del Dr. Arturo Íllia en Cruz del Eje, donde se lo conocía como médico de los pobres. Y ahí nomás lindera a este Petit Hotel, se desarrollan actualmente las actividades de la casona que contiene al Centro Asturiano de Buenos Aires (Solís 465/7).
En ese rincón de Buenos Aires, hace mucho que el tiempo se detuvo y va condensando en su contorno la parte placentera de la confraternidad cotidiana. Gracias a un elemento cultural activo que se denomina Transculturación.
Características
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Antiguedad: 94
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Cant. Baños: 4
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Cant. Dormitorios: 4
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Estado: Excelente
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Cant. Plantas: 4
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Apto Crédito
Datos básicos
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Tipo de Unidad: Casa
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Tipo de operación: Venta
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Precio: USD 435.000
Superficie
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Sup. Terreno: 112 m2
Ambientes de la casa
- Balcón
- Hall
- Quincho
- Sala
- Terraza
- Vestidor
Instalaciones de la casa
- Agua corriente
- Electricidad
- Hogar a leña
- Radiadores
Servicios de la casa
- ABL
- Agua corriente
- Electricidad
- Gas natural
Código de aviso: 2FGC_1